Trastornos del Sueño e Insomnio
El sueño es una necesidad básica humanas, y cuando el ciclo de sueño se ve comprometido repercute enormemente en la calidad de vida, interfiriendo en nuestra capacidad para llevar a cabo las actividades del día a día. Es por esto que los trastornos del sueño no deben pasarse por alto ni ignorarse.
Tipos de trastornos del sueño
La exploración del sueño suele hacer una distinción entre las alteraciones de la cantidad del sueño (disomnias) o la calidad del mismo (parasomnias). Respecto a las disomnias, pueden ser por exceso de sueño (hipersomnia) o déficit (insomnio). Respecto a las parasomnias su presentación es mucho más variada, desde las pesadillas hasta los movimientos involuntarios durante el sueño.

En función del tiempo de aparición hablamos de:
- Insomnio transitorio: es el que dura hasta una semana. Suele aparecer en respuesta a situaciones estresantes en la vida de una persona (exámenes, mudanzas…).
- Insomnio intermitente: dura de 1 a 6 meses y generalmente ocurre cuando hay estrés más importante y sostenido. Esta relacionado con eventos estresantes más severos como problemas de salud, fallecimientos o problemas económicos.
- Insomnio crónico: cualquier insomnio que dura más de 6 meses. Las personas con insomnio crónico suelen tener un estilo de vida u otros problemas médicos que contribuyen a su insomnio. Estos pueden ser patologías dolorosas crónicas, trastornos mentales, abuso de sustancias, o enfermedades médicas.
El primer paso es una adecuada evaluación que permita identificar qué elementos están influyendo en la aparición del problema del sueño.
La mayoría de trastornos del sueño son susceptibles de mejorar revisando las medidas de higiene del sueño. Además, a veces es necesario introducir cambios en el estilo de vida y el entorno son una de las mejores formas de controlar insomnio, como cambios en la dieta y en el ejercicio físico.
Si esto no fuera suficiente puede ser necesario un tratamiento, que puede ser con medicación o con psicoterapia.
Los tratamientos psicoterapéuticos pueden ir dirigidos a tratar la ansiedad u otros trastornos mentales que estén influyendo o bien directamente dirigidos a tratar el insomnio, como la terapia cognitivo-conductual para el manejo del insomnio.
En ocasiones también pueden ser necesaria la prescripción de medicamentos, bien hipnóticos para los trastornos del sueño, bien para tratar los trastornos comórbidos.
En muchas ocasiones el miedo a crear una adicción o dependencia a la medicación hace que haya personas que se nieguen a solicitar ayuda, pero afortunadamente hay medicamentos que no generan ese tipo de problemas.